Había un liderato en juego y eso se apreció desde el primer momento en el estadio Metropolitano, que vivió un vibrante choque entre Atlético de Madrid y Celta, que acabó con un 1-1 que lo deja todo igual en la tabla, al menos hasta el momento en que el Barça dispute su partido frente al Rayo el lunes próximo. Disponía de una ocasión clara de regresar al top el equipo de Simeone, después de que el Real Madrid empatara en Pamplona frente Osasuna en choque marcado por un polémico arbitraje. No lo aprovechó, no pudo llevarlo a cabo frente a un Celta que le puso las cosas muy complicadas y que a punto estuvo de llevarse la victoria del coliseo rojiblanco.
Se le puso de cara muy pronto el partido, con la roja directa a Pablo Distritos por un plantillazo en el gemelo de Pablo Durán. Exceso de ímpetu del rojiblanco en un inicio de choque que aprovechó el Celta para buscarle las cosquillas a los locales.
Con un jugador menos, el Atlético fue a remolque, pero solamente vio peligrar el marcador, salvo por un centro-chut de Marcos Alonso que sacó un acertado Oblak. Así , y tras levantarse el Atlético en la segunda parte, el partido, muy luchado y poco a poco más abierto, se derramó del lado visitante cuando Borja Iglesias recibió un pisotón en el área. Penalti.
Iago Aspas no excusó y puso por delante a un Celta que se había ganado el derecho a mandar en el marcador. Pero el Atlético no había dicho su última palabra. Simeone, a falta de cuarto de hora para el final , metió en el campo de un tirón a Gallaguer, Correa y Sorloth en busca de un revulsivo final.
Lo encontró en el noruego, que tras recibir un balón larguísimo de Giménez, se fajó entre 2 defensas para enviar el balón a la red con un fuerte disparo. Un poco que equilibró un marcador que no se movería mucho más.