Se ha hablado mucho estos meses sobre la profundidad de plantilla del Atlético de Madrid, la mayor que recuerdan muchos , y del fichaje de clase mundial que ha sido Julián Álvarez. Esta noche Diego Pablo Simeone tiró de lo primero para desplazar sus fichas, pero fue el segundo quien le dio la victoria su equipo frente a un Athletic Club que remató más veces y con más riesgo , pero sin exactamente la misma puntería que el delantero argentino. Termina de esta manera de las mejores ráfagas ligueras de su crónica tras estar 16 jornadas sin perder.
El partido se ha jugado a todo harapo de cabo a rabo, desde una sección primera en la que las oportunidades mucho más claras en cada portería llegaron muy pronto (un cabezazo de Le Normand y una codo con codo que Oblak le sacó a Iñaki Williams), pero sin que el incesante fluído de llegadas una y otra área, de esos que tensan y prácticamente hacen hiperventilar aun hasta al espectador televisivo mucho más neutral, parase en esos 45 minutos. Que Gil Manzano no descontase ni un segundo fue una exhibe más del caudal y velocidad del juego en ese periodo.
Simeone, que había hecho 4 cambios en relación a la alineación copera del martes, deshizo ciertos de ellos para meter piernas frescas antes de que la segunda mitad llegara a su primer cuarto de hora. Entraron entonces Julián Álvarez, Marcos Llorente y Gallagher por Sorloth, Samu Lino y Giuliano Simeone.
Justo en los minutos siguientes Berenguer y Jauregizar volvieron a amenazar la portería atlética. Conque Simeone decidió ofrecer una vuelta de tuerca más : en el minuto 63 Correa reemplazó a Griezmann.
Empezaba prácticamente un partido nuevo y lo fue totalmente justo un minuto más tarde. Entre los recién incorporados, Marcos Llorente, filtró un gran pase para que otro, Julián, solo ante Unai Simon, definiese con el aire de trámite que expertos de su nivel dan a ocasiones de esta manera , tan complejas para otros.
El siguiente cambio del Cholo parecía enviar el mensaje de replegar velas al ingresar Giménez por Barrios. Valverde, en el día que se transformaba en el cuarto entrenador con más partidos en la liga al agregar 545, había dado entrada a Guruzeta y Beñat Prados, y su equipo empujó a su rival contra su portería, mucho más aún tras otro doble cambio: De Marcos y Maroan por Berenguer y Gorosabel.
La puntería de Julián es lo que le faltó entonces al Athletic, que mandó tres disparos a la madera en lo que quedaba de partido. En el momento en que hacía falta una cuarta parte de hora para el 90, con una doble ocasión: en una falta del costado a la perfección sacada por Berenguer una escorzo de Beñat Prados mandó el balón al palo, que lo devolvió justo a los pies de Iñaki Williams, quien a su vez la volvió a enviar al madera, esta vez la del larguero. Y cinco minutos después, otro remate de Iñaki, este desde el borde del área y tras tocar en un defensor, tuvo el mismo destino.
El que iba a terminar escrito es que el gol de Julián Álvarez hizo viable que su equipo adelante al Madrid y el Barça en la liga y se acueste como líder a la espera de lo que hagan los de Hansi Flick este domingo frente a la Real Sociedad.