El partido de ida de los octavos de final, el Real Madrid-Atlético de Madrid del Bernabéu, no pasará a la narración de los derbis. El duelo estuvo marcado por el temor a arriesgar , por el rigor táctico y por la no aparición de las grandes estrellas. Tan solo los destellos con apariencia de goles al cargo de Rodrygo, Julián Álvarez y Brahim Díaz iluminaron la noche madrileña de invierno.
Por segundo partido consecutivo, exactamente el mismo guion se vivió el sábado en Sevilla, los dos players mucho más peligrosos del Real Madrid, Vinicius y Mbappé, solamente entraron en juego. Sin Bellingham en el campo, Ancelotti se vió obligado a substituir la capacitación del 4-3-3 por el 4-4-2 con el brasileiro y la lengua francesa como delanteros. A pesar de quedarse totalmente liberados en el momento de defender , no marcan la diferencia en ataque.
Durante 98 minutos, prácticamente todas sus tentativas acabaron en jugadas insípidas (excepto una jugada de gol donde el brasileiro no acertó a marcar a exitación el pase del francés). Sin sus goles y sin sus asistencias será realmente difícil clasificarse para los cuartos de final en el Metropolitano.
En el otro lado, el Atlético de Madrid echó asimismo en falta a Antoine Griezmann. El francés no tiene la velocidad que tenía en años pasados, pero su lectura de partido y su rol en el momento de hacer el ataque sigue siendo diferencial.
Puso en aprietos a Courtois en la primera parte y poco más. Fue llamativo , en verdad , que fuera sustituido por Le Normand al poco de cumplirse la hora de partido.
El “quedamos con vida” que buscó Simeone
Ese cambio que mandaba al banquillo a Griezmann para dejar su lugar en el campo a su compatriota llamó la atención. Se iba un delantero y entraba un defensa central pese a ir perdiendo. La forma de pensar de Simeone estaba clara, de sostener ese 2-1 que lucía el marcador, en el Metropolitano sería factible clasificarse.
“Quedamos con vida” confesaría el entrenador argentino al término del partido certificando esta iniciativa. Las opciones colchoneras van a pasar por la posibilidad de que la inspiración de Julián Álvarez no caduque.
El miércoles volverán a verse las caras. Será interesante ver la predisposición de Ancelotti con el regreso del sancionado Bellingham y comprobar si Mbappé y Vinicius dan el puñetazo en la mesa que el madridismo les demandará.
La pegada es definitiva en eliminatorias de este calibre. El primer tiro del Real Madrid en el partido acabó en gol del MVP Rodrygo Goes. El primer remate del Atlético asimismo terminaría en las mallas y el gol de Brahim llegaría en el primer acercamiento blanco al área rojiblanca de la segunda parte. La receta es clara.