
Abrazos, emoción, chillidos de alegría, rabia contenida y lágrimas a raudales en un TD Garden que soñaba con este instante desde hacía 16 años. Los Boston Celtics vuelven a ser vencedores de la NBA una vez más, pero no una alguno. Reconquistan el trono de la liga estadounidense y se asientan de nuevo en lo más prominente de la pirámide en la liga estadounidense, el aparato más laureado de la competición. Con 18 anillos sin parangón, se destacan de Los Angeles Lakers en el conteo histórico, un motivo más para festejar en una celebración colosal a nivel deportivo y comunitario.